Consejos no solicitados

Muchas personas quieren vivir la vida de otros como si fuese propia y sienten la necesidad de siempre estar dando consejos. Me gustan los consejos cuando los pido no cuando me los quieren meter a la fuerza. Cuando le dejas saber a estas personas que no necesitas consejos se amparan en ese popular decir: El que no oye consejos no llega a viejo. Ese decir siempre me pareció un poco trillado pues no necesariamente se aprende a través de consejos, especialmente los no solicitados. Se aprende cuando vivimos y cuando tomamos desiciones que redundan en éxito o fracaso.

 He aprendido en la vida que cuando voy a tomar desiciones importantes lo hago de la manera más privada posible para evitar contaminarme con malas vibras. Algunas personas creen que siendo negativas e insertando sus propios miedos ayudan a los demás a no tomar los mismos riesgos. Los errores son fundamentales para el crecimiento y hay que saber aceptar cuando nos equivocamos. Ese estigma de que equivocarse está mal tiene que cambiar ya!

Un huracán llamado María

María me trajo de vuelta a este rincón. Aunque ya han pasado alrededor de ocho meses de la peor catástrofe ambiental/social que me ha tocado vivir. A veces somos muy fuertes y tercos ante la dureza de la vida pero llega el momento en que damos duro contra la pared. El esfuerzo de seguir nadando en contra de la corriente es agotador. Quiero ser parte de la solución pero a la misma vez es tan tentador irme a un lugar en donde nadas y al menos llegas a alguna parte. Por lo pronto me quedo porque la terquedad es parte fundamental de mi existencia y utilizaré este espacio para ventilar mis vivencias como ya lo hice en otra ocasión. Escribir es realmente catártico.